sábado, 4 de agosto de 2007

¡¡ WOODY WOODY !!






¡Woody, Woody!

Si hubo una estrella en el rodaje de Avilés, ése fue Woody Allen, que brilló por encima de sus actores, Bardem, Johansson y Rebecca Hall. Levantó las simpatías del público, arrancó aplausos de los cientos de curiosos que se congregaron en el entorno de la plaza Álvarez Acebal, y provocó los gritos de entusiasmo colectivo: «¡Woody, Woody!», le gritaban en el descanso de cada una de las tres secuencias que rodó en el casco histórico avilesino ayer por la tarde. Eso sí, en cuanto el neoyorquino pedía silencio, la calle enmudecía disciplinada. «Él sí que es un caballero», exclamó una mujer.
Tanto fue así que la gélida Scarlett Johansson quedó sorprendida. Fuentes próximas al rodaje aseguraron que la rubia platino que ha traído de cabeza Asturias esta semana comentó con Allen el buen comportamiento de los espectadores avilesinos. Por primera vez en toda la semana, Johansson tuvo un guiño amable hacia los asturianos. Allen fue más allá: tomó de la mano a su estrella y la obligó a salir del coche de lunas tintadas para saludar. Y la joven estrella de 22 años fue obediente. «¡Woody, Woody!», volvieron a gritarle. Pero él, en un gesto de humildad señaló hacia la estrella. Un caballero.
Las calles de Avilés fueron también, un poco, una tertulia de peluquería sobre las revistas del corazón. «¿La Scarlett es esa que parece rubia de bote?», preguntaba una señora. «Vaya, pues el Bardem parece bastante más delgado, será la tele», comentaban unas chicas.

Las fuertes medidas de seguridad que convirtieron en una cámara acorazada el entorno de la calle San Francisco no impidieron que cesase el empeño de los curiosos en ver por un momento a sus ídolos, lo más cerca posible. Los flashes llenaron de destellos el casco histórico de Avilés.

Pero hubo, también, quien aún no se había enterado de la noticia del día. Dos mujeres que caminaban agarradas del brazo en dirección a San Francisco se sorprendieron ante tanto barullo.

-¿Qué pasa?

-Una película, señoras -les respondió un agente.

-Huy, ¿y cómo voy yo ahora a casa?

El problema se resolvió fácilmente: simplemente dar un rodeo.

El rodaje no sólo fue espectáculo para vecinos, sino también para visitantes. Decenas de turistas decidieron perder un día de vacaciones a cambio de disfrutar en directo de un rodaje del genio de «Annie Hall».

Uno de los visitantes, especialmente ilustre, fue Jordi Milán, el director de «La Cubana», compañía que representa en el Palacio Valdés la obra «Cómeme el coco, negro». Sorprendido ante tanto ajetreo, le explicaron que se trataba de Woody Allen. «¿También aquí? Pues hay bastante menos barullo que en Barcelona. Pero estas cosas me parecen un poco provincianas con estos líos», espetó.

Pero a los cientos de personas que se desencajaban el cuello eso les daba igual. «Pues a mí me hace mucha ilusión que Avilés salga en una película», comentó una joven.

No era para menos. No ocurre todos los días que una producción internacional incluya una escena en la que una de las mujeres más deseadas del planeta disfruta de una caña bajo los arcos de Galiana.

Jardín Francés

Cuando Allen dijo el último «acción» de la tarde, todo el equipo se trasladó al Jardín Francés, uno de los rincones más emblamáticos de la villa milenaria. Allí, el neoyorquino redecoró instalando unas farolas negras de pega para dar ambiente a un romántico paseo bajo la luz de la luna.

Fueron más de cuatro horas las que los curiosos aguantaron de pie, disciplinados. «¿Queda mucho, mamá? Me duelen los pies», acabó por reconocer una pequeña. Allí no faltó nadie. Hasta un pareja de recién casados no quiso perderse detalle.
Al caer la noche el director que trajo a Avilés el estreno de su último filme aún no proyectado comercialmente, ya había enamorado a los avilesinos. Sí, los protagonistas de su WASP (Woody Allen Spanish Project) eran verdaderas estrellas. Pero ante la frialdad de los actores deseados, el pequeño director de gafas y sombrero de pescador se llevó todas las atenciones. Fue el que más brilló.

La Nueva España
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Y un día... grabó un disco Scarlett

Lo que para muchos era un simple deseo de la ahora estrella mimada de Woody Allen, parece que en realidad es un proyecto serio.

Scarlett Johansson finalmente culminó un trabajo discográfico en que interpreta temas del genial Tom Waits.

Según la publicación online Pitchfork, la rubia grabó su disco en 33 días en un estudio de Louisiana. La producción estuvo a cargo de David Sitek de TV on the Radio. Y entre los músicos invitados estuvieron miembros de Yeah Yeah Yeahs. Ambas bandas visitaron la Argentina para el festival BUE del año pasado.

Según el dueño del estudio, Steve Nails, "el CD seguramente alcanzará la categoría de Platino y ganará un Grammy". Dice que suena como una Marilyn Monroe de la avant garde...
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Si aquí cuando te haces famoso ya puedes hacer lo que te salga de ahí, porque claro todo lo tienes al alcance de tu mano y si no lo haces bien ya lo retocarán.

por cierto se me olvidaba... ¡¡¡WOODY WOOODY!!! así está mejor :)


Foto: set de rodaje en Asturias.

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