Woody Allen transmite su 'agradecimiento' por la 'hospitalidad' de los asturianos
El cineasta neoyorquino Woody Allen transmitió hoy al presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, su 'agradecimiento' por la 'hospitalidad de los asturianos' durante los cinco días de rodaje de su última película en distintos escenarios de la región.
El jefe del ejecutivo asturiano se refirió a ese agradecimiento, que señaló que era mutuo, a su llegada a la plaza de España de Avilés, a donde acudió para presenciar el rodaje de varias secuencias que estarán localizadas en el casco histórico de esta ciudad.
Más de seiscientas personas, según fuentes de la Policía Local, esperaban esta tarde en la plaza de España la llegada de Allen y su equipo técnico y artístico, que llegó a las 18:35 horas, procedentes del Faro de Avilés, donde filmaron varias secuencias con los actores Javier Bardem y Scarlett Johansson.
Fue en el Faro de Avilés donde, según el presiente regional, el cineasta transmitió su 'satisfacción' por cómo están transcurriendo las jornadas de rodaje en Asturias.
Más de una veintena de agentes de la Policía Local, dos dotaciones de antidisturbios de la Policía Nacional y una cuadrilla de operarios municipales velaron por mantener al público tras las vallas de seguridad que acotaron las inmediaciones del Palacio de Ferrera y la Iglesia de San Francisco donde está previsto rodar 'hasta las dos de la madrugada como mínimo', según fuentes municipales.
El equipo de Woody Allen llegó al lugar con catorce camiones y caravanas, además de varios vehículos que transportaron al propio director y a los actores que participan en las localizaciones de Avilés.
Una enorme grúa fue instalada en las inmediaciones del Jardín Francés donde se rodará una escena nocturna con dos de los protagonistas de la cinta: Scarlett Johansson y Javier Bardem.
Los que esperaban por la presencia de Penélope Cruz, se tuvieron que conformar con los otros dos lados del triángulo interpretativo.
La principal dificultad del rodaje en el centro de la ciudad está en mantener el silencio ambiental apropiado, pese a la presencia del gentío, dado que Allen rueda con sonido directo las secuencias de diálogos, como las planeadas para esta tarde.
También acudió al lugar la alcaldesa de la ciudad, Pilar Varela, y el concejal de Cultura, Román Antonio Álvarez.
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La acción se traslada hoy al centro de Avilés y al Faro de San Juan
La calle de Galiana, el Jardín Francés y el Faro de San Juan serán los tres escenarios avilesinos en los que Woody Allen rodará en la jornada de hoy parte de su última película. El encanto de los soportales de la céntrica calle avilesina, ubicada en pleno casco histórico, y la belleza del Jardín Francés, una de las joyas de la ciudad en lo que a espacios verdes se refiere, cautivaron al director neoyorquino, que ya había decidido semanas atrás que filmaría algunas escenas en estos parajes. Dentro del secretismo que rodea la producción de esta película, las previsiones son que Allen acudan al Faro de San Juan a lo largo de la mañana y se traslade por la tarde al casco histórico.
La llegada de Woody Allen y su equipo a la ciudad provocará algunas restricciones de tráfico de vehículos y tránsito de peatones en los lugares elegidos para el rodaje. El Ayuntamiento envió en los últimos días cartas a los vecinos, comerciales e industriales de las zonas de rodaje advirtiéndoles de este hecho y solicitando su comprensión y colaboración.
Entre las seis de la tarde y las nueve de la noche se prohibirá la circulación de vehículos en las calles Galiana, San Francisco y plaza de Álvarez Acebal. El Jardín Francés estará cerrado durante todo el día.
Anoche, y para abrir boca, el equipo de la película se trasladó a Avilés invitados por el Ayuntamiento para disfrutar de una espicha en el Llagar de Casa Lin. Allen prefirió quedarse en el hotel con su familia, pero no faltaron Penélope Cruz, Rebeca Hall y Javier Bardem, además de Scarlett Johansson, que entró cubierta con una chaqueta sin que nadie pudiera confirmar si era realmente ella. Cenaron, entre otros, con la alcaldesa, Pilar Varela; Manuel Ponga, presidente de la Autoridad Portuaria, y Natalio Grueso, director del Niemeyer.
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Y siguen por estos lares.
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