Heathcliff Andrew Ledger

(Perth, 4 de abril de 1979 — Nueva York, 22 de enero de 2008)

Seguimos:

Ahora dicen Heath Ledger temía perder la custodia de hija.

Dicen que creía que su ex pareja Michelle Williams estaba a punto de iniciar el proceso legal para la custodia exclusiva de su hija, “Ella no quería nada con él y muchos creían que esto lo empujó al límite. Por el temor a perder a Matilda, Ledger creó un espacio en su loft, que era “un santuario a la niña”.



El lunes por la mañana, se dirigió a Le Pain Quotidien, un bar cercano a su departamento “No estaba muy conversador, parecía que quería que estar solo”, explicó un hombre que estaba ese mismo día en el café. Según parece habría comido un bowl de cereales con leche mientras escuchaba música en su iPod.

Después, fue a un supermercado y compró comida “Eran las seis de la tarde y al parecer compró ingredientes para cocinar”, comentó uno de los empleados. “El fue muy amable y callado”, agregó el gerente del local.

Por la tarde, un director amigo de Ledger, Secar Kapur, lo llamó para avisarle que había llegado a Nueva York y quería verlo “Él me dijo que no me podía ver esa noche pero que realmente me quería ver al día siguiente”, explicó Kapur y agregó: “Me hizo prometerle que lo iba a llamar por la mañana para despertarlo”.

Según un análisis psicológico, ninguna persona que piensa quitarse la vida compra comida o arregla citas con sus amigos. Esto confirmaría, la teoría de la “sobredosis casual”.

Después de la llamada, no se sabe nada con certeza. La siguiente persona en verlo o saber de él, fue su empleada doméstica.

El altar improvisado en la puerta del edificio de Soho, seguía atrayendo este fin de semana gente, pese a la temperatura de varios grados bajo cero.

Tarjetas, notas, dedicatorias se han ido acumulando junto a ramos de flores, veladoras y banderas de Australia "Heath, que tengas un buen descanso", decía una nota decorada con fotos "Siempre estaremos orgulloso de ti, amigo", decía otra.

Los canales de televisión seguían a la espera de reportar, con la fachada del apartamento de fondo, alguna novedad sobre las causas del fallecimiento.

En el barrio de Boerum Hill, en Brooklyn, donde el actor vivió con su novia Michelle Williams y la hija de la pareja la policía tuvo que poner barricadas para mantener el orden.

La desmedida atención de la prensa alrededor de su muerte y las misteriosas circunstancias que la rodearon contrasta con la vida discreta que el actor llevó desde que se mudó a Nueva York hace poco menos de 3 años.

En Brooklyn, donde se estableció con Williams, se le veía jugando con su hija en el andén, comiendo empanadas o almorzando en el restaurante italiano del barrio sin pretensión alguna, pese a pertenecer a la elite de Hollywood. Su esfuerzo por mantener un perfil bajo fue retribuido por sus vecinos con la cortesía de dejarlo en paz.

"Me encanta el sentido de comunidad, mis vecinos, la cafetería de la esquina. Hay tanta gente en las calles que nadie se queda mirando cuando uno paso por el lado", dijo el actor en 2006 al periódico local amNew York.

Las pocas veces que se convirtió en centro de atención de sus vecinos fue cuando prestó su casa para una jornada de recaudación de fondos destinados a combatir planes de desarrollo que atentaban contra la "la arquitectura y personalidad del Brooklyn".

Incluso cuando en septiembre pasado se separó de Williams y se mudó a Soho, trató de pasar inadvertido en una zona mucho más agitada y comercial. Aparentemente, su vida se volvió más social, con salidas a clubs y fiestas. Algunas de sus escapadas nocturnas fueron sacadas en el diario sensacionalistas The New York Post.

Según la revista People, después de salir los clubs, solía caminar muy temprano por el Parque Washington, donde se unía a los jubilados que juegan ajedrez en el lugar. "Siempre se veía cansado", le dijo a la revista un trabajador retirado.



Es un misterio el verdadero estado mental en el que estaba el actor, pero entrevistas que concedió en noviembre cuando promocionó la cinta sobre I'm not there sugieren un alto grado de desasosiego y ansiedad.

Una periodista del New York Times dijo: "Incluso cuando hablaba, Ledger no podía quedarse quieto. Se paró y sirvió café. Salió al patio a fumar un cigarrillo. Se quitó la capucha de su saco y sacudió su cabello, se puso una caucho para sostenerlo, se lo quitó, se puso un sombrero, se quitó el sombrero, de nuevo se puso la capucha y salió otra vez a fumar". Ledger confesó que tenía problemas de insomnio. "La semana pasada probablemente dormí un promedio de dos horas por noche". También habló de tomar Ambien, pastillas para dormir que parecían no tener el efecto deseado.

En los últimos meses aseguran que siempre lo vieron bebiendo gaseosa o agua en las fiestas. Y durante el lanzamiento de la cinta Candy, en 2006, donde personificó a un drogadicto, él mismo dijo que a lo único que había sido adicto era al tabaco.




Y la cosa sigue...